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Vol. 11. Núm. 1.
Páginas 57-58 (Enero - Febrero 2015)
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¿Cuál es la evolución de las artritis indiferenciadas?
What is the outcome of undifferentiated arthritis?
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Samantha Rodríguez-Muguruza
Autor para correspondencia
, Melania Martínez-Morillo, Anne Riveros-Frutos, Xavier Tena
Servicio de Reumatología, Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, Badalona, Barcelona, España
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El uso de un sistema de codificación en reumatología permite mejorar el rendimiento y la calidad de la atención al paciente1. En el servicio de reumatología de nuestro hospital, con un área de referencia de 850.000 habitantes, se lleva a cabo una tarea de codificación desde 1984. Varios reumatólogos recogen prospectivamente, a los 6 meses de la primera visita, la filiación y el diagnóstico de los pacientes atendidos en la consulta externa, los ingresados en camas propias y los ingresados en otros servicios de los que se solicita interconsulta. Se utiliza la nomenclatura del Colegio Estadounidense de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés) de 19832 convenientemente modificada para incluir un apartado de artritis no diagnosticadas en el que se incluyen las mono, oligo y poliartritis sin una causa identificada1. Entre 2006 y 2011 se realizaron 13.767 primeras consultas y se clasificaron 154 pacientes con artritis no diagnosticadas (1,12%). Se revisaron de manera retrospectiva las historias clínicas de dichos pacientes y se recogió la localización de la artritis, el seguimiento y el diagnóstico final al que se había llegado en diciembre de 2013, trascurrido un mínimo de 2 años y medio desde la primera visita (intervalo de 2,5 a 5 años). La distribución de la artritis fue: 36 (23,3%) monoarticular, 71 (46,1%) oligoarticular y 47 (30,5%) poliarticular. Las formas monoarticulares afectaron a las siguientes articulaciones: en 21 casos (58,3%) rodilla; 4 (11,1%) metatarsofalángica; 3 (8,3%) interfalángica proximal; 2 (5,5%) tibioperoneoastragalina; 2 (5,5%) carpo; 2 (5,5%) metacarpofalángica; 1 (2,7%) tarso, y 1 (2,7%) codo. La evolución de las artritis se resume en la tabla 1.

  Artritis indiferenciadas n=154
  Monoarticular 36 (23,3%)  Oligoarticular 71 (46,1%)  Poliarticular 47 (30,5%) 
Evolución
Indiferenciadas
67 (43,5%) 
9
5 siguen controles
4 no siguen controles 
27
16 siguen controles,
11 no siguen controles 
31
11 siguen controles
20 no siguen controles 
Autolimitadas
30 (19,5%) 
16 
Diagnóstico establecido
57 (65%) 
11
3 espondiloartritis
2 microcristalina
2 artritis idiopática juvenil
4 otrasa 
37
8 espondiloartrititis
7 artritis reumatoide
6 microcristalina
3 reumatismo palindrómico
2 sarcoidosis
Una enfermedad de Still
Un lupus
9 otrasb 
9
2 artritis reumatoide
2 microcristalina
Un lupus
Un reumatismo palindrómico
Una artritis psoriásica
2 otrasc 
a

Lipoma arborescente, sinovitis granulomatosa indiferenciada y causas mecánicas.

b

Paraneoplásicas, TBC, distrofia simpática refleja, síndrome de SAPHO, vasculitis y artrosis

c

Polimialgia reumática y artrosis.

Cabe mencionar que de los 36 pacientes con monoartritis, 4 evolucionaron a oligo o poliartritis seronegativa y 3 de los pacientes con oligoartritis indiferenciada evolucionaron a una forma poliarticular, también indiferenciada.

Se puede concluir que una artritis indiferenciada puede evolucionar a una enfermedad inflamatoria clasificable, autolimitarse o persistir indiferenciada, por lo que supone un reto para el reumatólogo3–5. El porcentaje de resolución espontánea en nuestra serie de casos es de 44,4, 9,8 y 14,9% para las mono, oligo y poliartritis, respectivamente. Las primeras son más declives a resolverse espontáneamente, mientras que las formas de inicio oligoarticular y poliarticular tienden más a la cronicidad. En la presente serie se llegó a un diagnóstico establecido en 57 pacientes (65%), en una media de 8 meses; en su mayoría tuvieron un origen oligoarticular (65%). Se diagnosticaron 11 pacientes (19%) con espondiloartritis, cuyo inicio se caracterizó por ser mono u oligoarticular; por el contrario, los 9 pacientes (16%) con diagnóstico posterior de artritis reumatoide (AR) tuvieron un inicio oligo o poliarticular. Además, 10 pacientes (17,5%), se diagnosticaron de artritis por microcristales, con un inicio mono, oligo o poliarticular.

La mayoría de las poliartritis no diagnosticadas en los primeros 6 meses continuaron sin causa filiada tras el seguimiento. Es interesante destacar que el porcentaje de pacientes que continúan en seguimiento es mayor en las artritis clasificables que en las indiferenciadas (66,6 frente al 32,9%).

Con base en lo descrito, podemos concluir que, debido a los cambios durante la evolución de las enfermedades inflamatorias articulares, los sistemas de codificación en reumatología deben ser dinámicos1. En general, los criterios de clasificación del ACR para las distintas enfermedades reumáticas tienen poco valor discriminatorio en las fases iniciales de evolución de la enfermedad, por lo que es necesario modificarlos para que así nos permitan diferenciar estas formas de artritis temprana3,6. Dichos criterios deberían poder clasificar las artritis que permanecerán como indiferenciadas, en las que se ha demostrado que el tratamiento precoz es primordial, aunque no cumplan criterios de una enfermedad establecida7,8. En la práctica, los nuevos criterios de AR y espondiloartritis ya han sido elaborados bajo esta óptica9,10.

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